martes, 9 de febrero de 2010

invocar a un unicornio

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Para Ctesias se trata de una especie de asno salvaje; para Plinio tiene cuerpo de caballo, cabeza de ciervo, pies de elefante y cola de jabalí; para los persas es un asno con tres patas; para los hebreos, un monstruo enorme; para los chinos puede ser una especie de carnero, de leopardo, de zorro o de caballo; para los árabes, una liebre...
El elemento común en todas las descripciones es el único cuerno en la frente. Todos sus poderes están contenidos en él, por eso el resto del animal pierde valor. Gracias al simbolismo cristiano, se puede condensar la parte más significativa de su historia.


EL MITO DEL UNICORNIO ALREDEDOR DEL MUNDO
El unicornio solía figurar en las narraciones orientales bajo diferentes aspectos, pero siempre asumiendo un papel mágico y extraordinario. Identificado con la sabiduría, la realidad y la virilidad. Confucio, Alejandro Magno y Genghis Kan entraron a formar parte de su leyenda.
El unicornio chino, el ki-lin , era galante heraldo del buen hado, símbolo de mansedumbre y felicidad. Esta apacible criatura era considerada señor de la lluvia y permanecía escondida en las regiones del centro de la tierra mientras reinara la guerra, la ambición y la maldad. Sin embargo, el karkadann (como lo denominaban los árabes) pasaba por ser un fiero luchador capaz de ensartar a los elefantes con su cuerno y, al mismo tiempo, adormecerse con el gorjeo de las palomas. Se nutría del rocío y los hombres sabían que iban a encontrarse con él porque antes, se topaban de frente con su sombra.
La leyenda del unicornio penetró en el mundo occidental en el siglo IV a. de C. de la mano de Ctesias, médico griego de la corte persa de Artajerjes y que incluyó en sus memorias (hoy perdidas) noticias de segunda mano sobre los asnos salvajes de la India provistos de un cuerno en la mitad de la frente que, convertido en vasijas, inmunizaba contra los venenos. Este breve fragmento corrió como la pólvora y pronto Aristóteles, Filóstrato, Eliano, Estrabó o Plinio el Viejo lo aceptaron sin recelo. El unicornio comenzaba así su carrera triunfal que, curiosamente, se vería por un acontecimiento de carácter religioso.


ORIGEN DEL UNICORNIO
El Primer Unicornio
Su verdadero origen yace en la hondura del Tiempo, en ese Principio sin principio cuando todo era desierto y vacío, oscuridad y niebla. Entonces decidió el Santo Único apartar la oscuridad de la luz. Así se estableció concordia y equilibrio, con la tiniebla expulsada al límite exterior y la Morada de la Luz en el mismo centro de todo.
Pero lo oscuro, apenas situado y librado a sí mismo, adquirió peso más allá de toda ponderación, se introdujo en las cosas y las empezó a arrastrar hacia sí conforme a sus inclinaciones.
El equilibrio empezó a temblar, por lo tanto, y de ese temblor emergió una resonancia, un sonido atemorizador que circuló por el vasto vació como canto poderoso. El Santo Único modulaba ese sonido para convertirlo en un acorde de gran dulzura, y le infundía inteligencia para que pudiera convertirse en espíritu de armonía y en conductor de todos los rincones del vacío. Éste, el poderoso espíritu llamado Galgallim , giró y giro a través de inumeradas edades, siempre en espiral en torno a la luz central. Y aunque algunas cosas continuaban cayendo en lo oscuro, Galgallim guiaba a otras por un sendero menos definido a las riberas de la Luz. De este modo el equilibrio seguía manteniéndose.



Entonces el Santo Único quiso contar con un panel donde desplegar su gran arte; ente la ribera de la Luz y las murallas de lo oscuro dejó colgar a la Tierra en equilibrio. Encendió sus montañas desnudas y en ellas esparció brillantes gemas que aún reflejan esas llamas.
Entonces, el Santo Único habló al espíritu conductor, a Galgallim, diciendo: Te he hecho a partir de los ocultos golfos, libre y con forma ilimitada. ¿Aceptarás una forma en la Tierra y así prestar un servicio aún mayor? .
Y mientras la pregunta aún se formulaba, así era acordado.
Llegó envuelto en una nube, impulsado por un blanco torbellino. Descendió con suavidad desde los cielos a los campos infantiles de la Tierra, aún antes que sus fuegos iniciales se hubieran extinguido. Posee entonces el Unicornio el brillo de la Luz, y puede apartar de sí toda oscuridad, toda tiniebla. Se lo llamó Asallam , el primer Unicornio de los nacidos, criatura de conformación temible y para contemplar hermosa, dotado de un cuerno de luz en espiral, señal de Galgallim, el guía.
EL JARDÍN DEL UNICORNIO


Golpeo entonces Asallam una roca desnuda, con su cuerno la penetró hasta grande hondura y brotó una fuente de vida borbotante. Los fuegos se extinguían dondequiera fluían esas aguas y empezaba la Tierra a fecundarse con multitud de cosas muy fructíferas. Se alzaron grandes árboles, florecieron; y bajo su sombra se instalaron las bestias salvajes y domésticas. Todo esto era intención del Santo Único, y el Unicornio, el instrumento de su querer. De este modo se formó el Jardín del Unicornio, llamado Shamagin , que quiere decir Lugar donde hay Agua .
El Santo Único se dirigió entonces al primogénito, diciendo: ¡ Asallam! Tú sólo serás, entre todas mis creaciones, quien recuerde la ocasión y el modo de su hechura, y vivirás en permanente memoria de la Luz, para ser su conductor y su guardián. Pero jamás volverás a la Luz hasta la hora final del Fin del Tiempo . Y el Unicornio , maravillado, vivió en su jardín y fue caminando hacia fuera.
LAS SIETE CASAS DEL UNICORNIO


El Unicornio posee una gran variedad de formas, tamaños y temperamentos; hay desde el delicado Avarim semejante al ciervo, hasta el atrevido Arweharis que custodia la noche.
Ahora todos los Unicornios pertenecen a una de las Siete Casas, cada una de las cuales tiene un dominio y un deber.
Dice Eugnostos: Observa al Unicornio. Repara en su belleza. Cierra los ojos; vuelve a mirarlo. Lo que ves, antes no estaba, y lo que estaba ya no está .
Las aguas de la vida brotaron gracias a Asallam , el Penetrante, el Poderoso, el Primogénito. Y Asallam engendró en su Jardín a Ilvilon >, el Piadoso, llamado el Amigo del Hombre; y después a Vata , que vendrá al alba del Final de los Días. Y a Ohani , y a Kestebra , y a Abram y a Isfendarmad , el que conoce la tiniebla.
De estos Siete Protectores desciende todo Unicornio de las Siete Casas.
Los Avarim
Los hombres conocen especialmente, entre las Siete casas, a los Avarim , porque son comunes en nuestro mundo y quienes más se ocupan de nuestros asuntos.
Son los servidores de los dominios occidentales y se encargan de muchos menesteres curativos. Se acercan a nosotros, los mortales invisibles, deslizándose en el límite de la vigilia. ¿Quién no ha gustado de la presencia de los Avarim?. Es cálida certeza de gozo y deseo cordial, surgir del espíritu, caricia del aliento, aguda como la pena, un momento frágil, olvidado o redimido a los sueños o a la poesía.
Los Karkadam
¡Que penetrantes y profundos, sus ojos! Son dos inquisidores negros, sin fondo, aunque azules tal los de su raza.
También se los llama Reëm. Los Kardadam son los señores de la soledad y de las tierras desoladas. Nunca habitan largamente el mismo sitio, pero vagan sin cesar, sin pausa, sin mancilla. De estatura mayor que la de los Avarim, tienen la cabeza especialmente redondeada.


Los Nimbi
De las casas menores los más preciosos son los Nimbi. Los más elusivos de todos los Unicornios, si bien, abundantísimos, jamás han ingresado a ninguna crónica oficial. Pero los pequeños niños los conocen muy bien, pues sólo trabajan con ellos.
Los Nimbi son extremadamente veloces y nunca más altos que dos palmos.
Los Killina
De las Siete Casas, los menos comunes son los Killina. Muy rara vez los ha visto el hombre.
Gozan en incesante movimiento sin reposo; son muchas las tierras sujetas a su gobierno. Su naturaleza secreta se manifiesta: despiden un fuego sagrado. Su enseña es un orgulloso cuerno de tan destellante potencia que tiembla al límite de la visión humana y son muy pocos los ojos que los han visto.
Su misterio transcurre en este mundo entre los Reinos de Oriente, pero pocas veces necesitan inmiscuirse en los asuntos de los hombres: sus apariciones son una advertencia de importancia: anuncian un gran rey o un nacimiento de la mayor nobleza.
A los Killina corresponde la custodia de las Tres Sentencias Secretas, también llamadas los Secretos grandes, que sólo serán revelados al término de la edad presente.
LOS PODERES DEL UNICORNIO

Los ojos del unicornio trascienden todas las imágenes y ven el infinito, ven el alma del hombre, llega hasta el fondo de su corazón, y lo inunda de sabiduría, entusiasmo e inspiración. El Carisma del Unicornio eleva el alma del Hombre. Su Cuerno tiene un poder sanador y proporciona sabiduría infinita. El que invoca al Unicornio, el que adora su imagen, se conecta con él. Su imagen atraviesa todos nuestros pensamientos y emociones y nos vincula con el Origen.

fuente
http://members.tripod.com/joshu_79/unicornios.html

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