lunes, 14 de diciembre de 2009

mitos y leyendas de chile part 3

Ciudad de los Césares

Existiría en el sur de Chile, en un lugar de la Cordillera de los Andes que nadie puede precisar, una ciudad encantada, fantástica, de extraordinaria magnificencia. Estaría construida a orillas de un misterioso lago, rodeada de murallas y fosos, entre dos cerros, uno de diamante y otro de oro. Posee suntuosos templos, innumerables avenidas, palacios de gobierno, fortificaciones, torres y puentes levadizos. Las cúpulas de sus torres y los techos de sus casas, lo mismo que el pavimento de la ciudad, son de oro y plata macizos. Una gran cruz de oro corona la torre de la iglesia. La campana que ésta posee es de tales dimensiones, que debajo de ella podrían instalarse cómodamente dos mesas de zapatería con todos sus útiles y herramientas. Si esa campana llegara a tocarse, su tañido se oiría en todo el mundo. Existe también allí un mapuchal (tabacal de la tierra) que no se agota jamás.
Sus habitantes son de alta estatura, blancos y barbados; visten capa y sombrero con pluma, de anchas alas, y usan armas de bruñida plata.
Los habitantes que la pueblan son los mismos que la edificaron hace ya muchos siglos, pues en la Ciudad de los Césares nadie nace ni muere. Nada puede igualar a la felicidad de sus habitantes. Los que allí llegan pierden la memoria de lo que fueron, mientras permanecen en ella, y si un día la dejan, se olvidan de lo que han visto.
No es dado a ningún viajero descubrirla, "aun cuando la ande pisando". Una niebla espesa se interpone siempre entre ella y el viajero, y la corriente de los ríos que la bañan, alejan las embarcaciones que se aproximan demasiado.
Para asegurar mejor el secreto de la ciudad, no se construye allí lanchas, ni buques, ni ninguna clase de embarcación.
Algunas personas aseguran que el día Viernes Santo se puede ver, desde lejos, cómo brillan las cúpulas de sus torres y los techos de sus casas, de oro y plata macizos.
Según la leyenda, sólo al fin del mundo se hará visible la fantástica ciudad; se desencantará, por lo cual nadie debe tratar de romper su secreto.

El dedo del indio patagón
 
Es costumbre tocar o besar el dedo del pie del indio que adorna el monumento a Magallanes, como buscando felicidad. ¿Por qué ocurre esto?
Cuenta la leyenda que un avezado marino español que estaba sentado una noche cavilando frente al monumento de Magallanes, de improviso fijó su atención en el fornido indio patagón que adorna la estatua y se le ocurrió tatuarse en el pecho esta figura. Buscó un especialista y el artista puso manos a la obra, que resultó una perfección. El tatuaje parecía cobrar vida a cada movimiento del marino, los ojos parecían mirar y le temblaban las mejillas. Lo que más llamaba la atención era el dedo gordo del pie que se movía como con vida propia a cada movimiento de la piel.
Terminado el trabajo, se acercó a un espejo y rió satisfecho. Consultando in mente si sus empresas tendrían éxito, vio que el dedo gordo del indio se agitaba afirmativamente. Feliz fue hacia el puerto a embarcarse. Al pasar por el monumento se detuvo junto a la figura del indio, y golpeándose el pecho exclamó: "Aquí te llevo, amigo. Quiero ser tan fuerte como tú, y que no me entren balas". Y cogiéndole el dedo gordo del pie, le dio un sonoro beso, diciendo: "Ayúdame, dame suerte".
Meses después el marino regresó a Punta Arenas, radiante de alegría y contaba que todo le había resultado bien.
Y es por eso que ahora, quienes pasan frente a la estatua tocan el dedo del pie del indio, como implorando para ellos su protección y ayuda. Y los viajeros lo besan y le piden un pronto regreso.
La Añañuca
En un tiempo lejano, muchos antes de la Independencia, el pueblo Monte Patria, ubicado en la provincia de Limarí, se conocía con el nombre de Monte Rey, bautizado de esta manera por los españoles. En este lugar vivía Añañuca una hermosísima joven que era cortejada por casi todos los jóvenes del pueblo. Ninguno había sido capaz de conquistar el esquivo y reservado corazón de Añañuca,
El tiempo pasaba tranquilo para Añañuca, hasta que un día asomó en el poblado un extraño minero, buenmozo y gallardo quien iba en busca de un tesoro perdido.
El minero al ver a Añañuca quedó impresionado con su belleza y decidió quedarse en Monte Rey. Ambos se habían enamorado.
Pero una noche el joven tuvo un extraño sueño. Un duende de la montaña le dio a conocer en ese sueño el lugar exacto donde se encontraba la veta de la mina que tan obsesionado lo tenía. Sin pensarlo dos veces decidió partir en su búsqueda.
Añañuca esperó y esperó a su buenmozo y gallardo minero. Sin embargo, él no regresó. El espejismo de la Pampa se lo tragó.
La joven vivía sin consuelo hasta que finalmente murió de una infinita pena amor. Añañuca fue sepultada por la gente de Monte Rey en un día de fuerte lluvia.
Al día siguiente el sol alumbró y el valle como por arte de magia se llenó de bellas flores rojas, las que hoy se conocen con el nombre de Añañuca, en honor a la joven.
A la Añañuca (Hippeastrumsp) la llaman también flor de sangre. Abunda entre Copiapó y el valle de Quilimarí. Crece después de las breves lluvias durante el llamado Desierto Florido.

Leyendas de piratas
 

  • El tesoro de Guayacán
En 1578 el corsario Sir Francis Drake descubrió la bahía de Guayacán, conocida popularmente como bahía de la Herradura por la forma geográfica que toma.
Este lugar fue el refugio y punto de reunión de muchos piratas entre los que destacan Thomas Cavendish, Jorge Anson, Bartolomé Sharp, Eduardo Davis y John Hawkins, todos ellos, incluyendo a Drake, expertos en asaltar y emboscar galeones españoles que transportaban los tesoros y riquezas que eran llevados desde América a Europa. Los hechos que se sucedieron en la bahía de Guayacán fueron tan extraordinarios que llegaron a transformarse en leyenda, siendo los relatos de tesoros los más conocidos.
Según cuentan uno de esos barcos piratas, que cruzaban el Estrecho de Magallanes o daban la vuelta por el Cabo de Hornos, dejaron enterrado un increíble tesoro.
Numerosas han sido las excavaciones realizadas para tratar de encontrar las riquezas sepultadas en algún lugar de la bahía de Guayacán. Pero los resultados han sido infructuosos.
La tradición cuenta que los corsarios del siglo XVII enterraron grandes tesoros. El objetivo de los buscadores ha sido encontrar el tesoro y descubrir una mina de oro que fue trabajada por los propios piratas.
  • El tesoro del "Santiaguillo"
En el puerto de Los Vilos fondeó un día el barco español "Santiaguillo". En él venían tesoros fabulosos procedentes de Perú. Una de sus lanchas, cargada de valiosas riquezas encalló. El mar y el tiempo se encargaron de sepultar el tesoro en la playa.
Relatan algunos pescadores que extraen sus productos en la zona que han visto una embarcación llena de tripulantes, asegurando que son las almas de los marineros del "Santiaguillo" que no han sido sepultados y que piden descanso. El descanso según la leyenda llegará para esas almas cuando alguien descubra el tesoro.
  • El tesoro de sir Francis Drake
La cueva del más famoso de los piratas que llegó a Chile se encuentra en el sector costero de Laguna Verde, en la V Región. Ahí entre quebradas y roquerios escondía sus tesoros. Los pescadores dicen que no se puede entrar. Una de las entradas a la cueva se abría en Valparaíso, en la calle Esmeralda. Cuentan que ese lugar estaba habitado por un chivato monstruoso de singular fuerza que salía en las noches a atrapar a cuanto incauto pasaba por la zona. Los llevaba a la cueva y se encargaba de volverlos locos. Además hay versiones que agregan que el chivato tenía encantada a una muchacha y quien osara desencantarla debía correr ciertos riesgos.

Cuero
En Cuero habita en ríos, lagos, lagunas y también el mar, pero de preferencia se le encuentra en pequeñas y oscuras lagunas. Tiene la forma de un cuero de vacuno extendido de gran tamaño, por eso su nombre indígena es "el Threquelhuecuvu", (de thrulque=cuero y huecuvu=genio maléfico). En el borde de su cuerpo tiene una especie de filudas garras. Son pocos los que han logrado ver su cabeza, pero se dice que tiene como tentáculos en forma de tenazas, los que terminan en un par de ojos rojizos y saltones. Otros dicen haber visto lo que podría ser su rostro, y que es indescriptiblemente horrible. De lo que si se está seguro, es que por debajo de su cuerpo, en el centro tiene una boca, que se asemeja a una gran ventosa, con la cual succiona hasta la última gota de sangre de sus víctimas.

Suavemente se desplaza por sobre las aguas buscando de que alimentarse. Pobre de aquel que este cerca de la orilla de las aguas donde habita, pues utilizando sus oscuros poderes hace subir las aguas e hipnotiza al infortunado. Entonces cuando el nivel de las aguas se lo permite, rápidamente envuelve a su víctima y lo arrastra hasta el fondo del río o laguna, donde la devorará. Cuando, la persona o animal está nadando en las aguas, su siniestra sed de sangre se torna mucho más fácil de satisfacer.

Se sabe por ejemplo de personas que han estado muy cerca de la orilla de un río, y que han sido capturados por el Cuero. Muy conocida es la historia de una mujer que lavaba, y que descuidadamente dejó a su guagua cerca de la orilla, y entonces apareció de improviso el Cuero para robársela y devorar al indefenso infante.

Para librarse del acecho del peligroso Cuero es necesario solicitar los servicios de un Machi entendido. Esta persona atrae con su magia al implacable monstruo hasta la orilla. Una vez cerca, lo engaña y le lanza ramas de "calafate" (un arbusto de durísimas espinas y que da unos frutos de dulce sabor y color azul). El Cuero, enceguecido por la magia del Machi, envuelve las ramas, pensando que es una sabrosa presa. Pero al apretar con fuerza el arbusto, hace que las espinas se entierren en su cuerpo, desgarrándose y sangrando hasta morir.

Este monstruo acuático no sólo habita en Chiloé. También se sabe de su presencia en diversas lagunas del sur de Chile y norte al interior de ovalle y la serena .


según cuentan si una piel de algun animal recién muerto cae por casualidad a las aguas este sera el resultado 


La Viuda
Pero al viajar a través de los enigmas del desierto, también hay sorpresas que demuestran la delgada línea entre la fantasía y la realidad. Es el caso de "la viuda" de María Elena que por años asoló a los transeúntes que cruzaban el sector de las canchas sindicales ubicadas al oriente del pueblo. Muchos la vieron y sufrieron sus ataques. Ella no sólo se limitaba a asustar ya que de una vez era capaz de arrebatarle todas las pertenencias a sus víctimas que, preferentemente, eran hombres "pasados de copas". Su presencia desató un verdadero pánico colectivo que dejó inerme a la policía y obligó a la empresa a contratar una brigada especial de investigadores. Sólo después de varios meses se logró aclarar el enigma... aprovechando su conocimiento de las diligencias uno de los carabineros que allí prestaba servicios por las noches se disfrazaba con una capa negra para perpetrar sus fechorías, aún muy comentadas por los ???.

La Novia del cruce
La Novia del cruce de camiones a la entrada de AricaEsto está dicho y comprovado por camioneros que pasan por ahí en la noche a eso de las 12:00 am.
Cuenta la leyenda que una pareja de novios iban rumbo a Arica a pasar su luna de miel, cuando de repente se revienta una rueda y se vuelca el vehículo en el que iban.....
Tan trágico fue el accidente, que el auto partió por la mitad al novio, casi haciéndolo fallecer en el acto; lo poco que pudo decirle a su señora fué que no se olvidara nunca de el, y que lo guardara en su corazón.
Ella falleció en el lugar de pena, con fuertes sollozos y dicen que cuando una persona pasa por el lugar, debe parar porque ella se sube y se baja en la entrada de Arica.....
También se cuenta de que no se puede mirar por los espejos laterales y el retrovisor porque ocurre un accidente; se debe mirar siempre hacia delante y por los costados se ve el resplandor blanco de la novia.
La Rubia
Una mujer delgada, joven y de largos cabellos claros deambula por la pampa. Su alma vaga por el desierto buscando sin descanso a su familia a la que tuvo que dejar forzadamente. Su historia es conocida por todos los ancianos de la zona y dicen que cada vez que sale de su tumba busca casa por casa a sus seres queridos, dejando un olor nauseabundo a su paso. Las oficinas salitreras son testigos de su constante peregrinar. Vestida con una túnica negra pedía alojamiento en cada vivienda y gracias a su poder de convencimiento y sus ojos indefensos terminaba por entrar al hogar pampino en busca de sus hijos. Al no encontrarlos, desaparecía misteriosamente.
Para muchos "La rubia" representa a todas las personas que se niegan a abandonar su tierra... como un espíritu que protege a los entrañables hijos de las calicheras.

Desaparición de la ciudad de La Serena
historia de Juan Soldado, un joven humilde y buen mozo que se enamora de la ínica hija del cacique de la ciudad, el cual poseí­a grandes riquezas.º  La chica se enamora de Juan y a pesar del fuerte rechazo de su padre, decide casarse con él. Justo en el momento en que el cura iba a dar inicio al sacramento, en la iglesia se comenzó a sentir un fuerte alboroto. Todos los presentes comentaron que se acercaba a la ciudad el padre de la novia, con la firme intención de matar a los futuros esposos para luego, incendiar y destruir toda la ciudad.
Nadie sabe qué, ni cómo pasó, pero el asunto es que cuando el padre enfurecido pisó los alrededores de la ciudad, ésta de pronto se desvaneció, se esfumó.
Acompañado de sus soldados recorrió a caballo montes y praderas, pero todo era un peladero. La ciudad no estaba. Habí­a desaparecido.
Cuentan que, a veces, por lo general los sábados, las personas que pasan cerca del lugar donde estaba emplazada dicha ciudad, se escucha mísica y canciones. Otros dicen que para Viernes Santo la ciudad se hace visible a los que la contemplan desde lejos, pero la imagen comienza a desvanecerse en la medida en que la gente se acerca a ella.
Si quiere conocer más sobre la cultura chilena, puede seguir recorriendo nuestro blog,º  encontrará más leyendas, maravillosos 

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