Leyendas de la zona Sur
Chiloé, archipiélago conquistado en 1567, es uno de los lugares más ricos en lo que a leyendas y mitos se refiere. Es un lugar lleno de encanto y magia que reflejan las costumbres que han marcado a esta zona de Chile. Pero la Isla Grande no es el único lugar del sur donde se originan mitos. Poblados, ciudades, cordillera y mar son fecundos de imaginación. Reflejando una vez más la personalidad de nuestra gente.
Animita del Indio desconocido (Magallanes)
El cerro de la Mano Negra (Aysén)
El Trauco (Chiloé)
La Pincoya (Chiloé)
El Caleuche (Chiloé)
La cascada del velo de la novia (Llanquihue)
Pichi Juan (Valdivia)
La Laguna de Las Tres Pascualas (Concepción)
El cerro de la Mano Negra (Aysén)
El Trauco (Chiloé)
La Pincoya (Chiloé)
El Caleuche (Chiloé)
La cascada del velo de la novia (Llanquihue)
Pichi Juan (Valdivia)
La Laguna de Las Tres Pascualas (Concepción)
Animita del Indio Desconocido
Esta versión del proceso de la "Animita" del Indio Desconocido, está tomada en parte de una investigación que realizara Caba, Carlos Baeriswyl y publicada en el diario "El Magallanes", de Punta Arenas. "En 1928 los habitantes de Punta Arenas observaban atónitos un fabuloso trozo de mármol blanco, traído desde la isla Cambridge, actualmente denominada Diego de Almagro. El descubrimiento tomó mayores proporciones con la formación de la Compañía de Mármoles Cambridge, que se encargaría de extraer esta fantástica riqueza.
La isla Diego de Almagro estaba poblado por pequeños grupos de alacalufes que vivían de la recolección de mariscos y del paso de los buques hacia el Estrecho de Magallanes. Al inicio de mayo de 1929, con el primer viaje de la goleta `Manolo', se daba comienzo oficialmente a los trabajos de explotación marmolífera. Para evitar posibles robos o desmanes por parte de los aborígenes, fueron dejados en la isla dos empleados de la compañía, M. Kravient, de nacionalidad rusa, y un chilote llamado David Leal. Se construyó un pequeño embarcadero y se montó provisoriamente un campamento a orillas de la costa en la bahía Sewtt. Mientras tanto, la goleta regresaba a Punta Arenas en busca de los trabajadores y del material restante.
Los días de espera para ambos cuidadores fueron largos y tediosos, la lluvia fue incesante, era muy difícil encender fuego dado que la madera de la isla está siempre empapada, los únicos compañeros de hábitat eran los alacalufes que no cesaban de merodear. El 6 de mayo de 1929, mientras Kravient y Leal descansaban en su carpa de campaña, de improvisto y sin provocación alguna, fueron atacados por un grupo de aproximadamente 12 alacalufes, quienes dispararon con un arma de fuego sobre la carpa. Leal cayó abatido recibiendo un impacto en el cráneo. El ruso, tomando su arma de fuego logró repeler el ataque momentáneamente, dejando mal herido a uno de los indígenas. Al cabo de algunos minutos se presentaron nuevamente los indios, esta vez visiblemente más decididos y Kravient se vio obligado a huir hacia el interior de la isla, dejando a su compañero a merced de los alacalufes.
Poco menos de un mes de penurias tuvo que soportar Kravient escondido en el interior de la isla esperando el arribo de la goleta que llegó a ese puerto el día 5 de junio. El técnico de la compañía, Aristóteles Carozzi, y el mecánico Fructuoso Muñoz López, fueron los primeros en llegar al lugar de los hechos. Estos declararon que el cadáver de un indio se encontraba sentado, vestido con ropas del ruso y con un jockey; las aves de rapiña le habían mutilado una pierna; en tanto el cadáver de Leal se encontraba sumergido a pocos metros de la costa, atado con alambres de pies y cabeza a un trozo de mármol.
Los trabajadores de la nueva compañía, que habían llegado en ese viaje para comenzar las faenas, fueron los encargados de realizar el entierro en un lugar cercano a la bahía Sewtt. El ruso Karvient, visiblemente afectado por la espera, no quiso asistir al improvisado sepelio.
Al regreso de la goleta "·Manolo" el hecho sangriento fue comunicado a las autoridades marítimas de Punta Arenas por el ingeniero jefe Doimo Cettineo. La autoridad ordenó las diligencias legales correspondientes, y más tarde, aprovechando la gira de inspección que realizaba por los canales el escampavía "Porvenir", el día 4 de agosto, dos agentes del grupo de investigaciones de Carabineros de Magallanes, Alberto Sepúlveda y Daniel Larenas, desembarcaron en la isla procediendo a exhumar los cadáveres, labor que les ocupó prácticamente todo el día. Hubo que forrar los rústicos cajones con latas de parafina para así poder embarcarlos en el escampavía.
El día 9 de agosto atracó en Punta Arenas el "Porvenir", enviando de inmediato el singular cargamento a la morgue local. Los antecedentes legales fueron remitidos al juzgado de Puerto Natales, ya que la isla Cambridge correspondía a esa jurisdicción. Extrañamente, la orden para realizar las autopsias se hizo esperar hasta el día 28 de agosto. La autopsia fue efectuada por el médico legista Alvaro Sanhueza, y el resultado de ella fue el siguiente: David Leal, chileno, occipital con la respectiva perforación en la región craneana, el proyectil resultó ser de un revólver.
El indio, bautizado bajo el nombre de Pedro Zambras, alacalufe, no presentaba demostraciones aparentes de herida a bala, siendo muy difícil precisar otro tipo de lesiones, ya que los cuerpos se encontraban en avanzado estado de descomposición. Causa presunta de la muerte: inmersión. El mismo día de la autopsia, fueron colocados los restos de ambos en un solo ataúd, debido a que nadie reclamó los cadáveres. El cementerio donó la sepultura 17-If-14 C. 12 norte.
Animita
La sepultura no contó con lápida. Más tarde, alguna alma piadosa colocó un mármol en donde se leía "Indio Desconocido". Comenzaron a aparecer algunas velas encendidas y dinero que los creyentes depositaban. La gente atribuía al "Indio Desconocido" gracias milagrosas, poco a poco la creencia fue propagándose. Cantidades de placas certificaban favores concedidos. Agradecimientos por la salud recuperada, solución a asuntos familiares, sentimentales, económicos: Gracias indiecito desconocido por haberme escuchado mis ruegos. Marisol. Gracias indiecito por haberme concedido mi promesa. En el año 1967, doña Magdalena Vrsalvic, magallánica, viajera internacional, ubicó en un rincón del cementerio la tumba del "Indio Desconocido", que sabía tenía fama de milagroso; teniendo un problema rezó y solicitó su ayuda, y se produjo el milagro. Quedó en sus planes hacerle una hermosa tumba.
Comenzó su campaña, se vinculó con la prensa, con la Armada, logró interesar a la Cruz Roja para construirle una tumba monumental y una estatua al indio desconocido. El proyecto se hacía realidad. La Armada obsequió el bronce, y la figura de un indio tamaño natural fue encargada al escultor Edmundo Casanova, luego fue vaciada en los talleres de Indumetal; la Cruz Roja adquirió un lugar central en el cementerio a pocos metros de la entrada principal, entre pinos cónicos.
Posteriormente se ordenó la exhumación de los restos de la fosa 17-If-14 C. 12 norte, encontrándose con la gran sorpresa que en el féretro existían dos osamentas. Así las cosas, no quedó otra cosa que colocar ambos bajo la tumba que se conoce del "Indio Desconocido".
El 18 de diciembre de 1969 se instala oficialmente la escultura de un recio mocetón desnudo, y sobre la base en que se yergue, este epitafio, solicitado el poeta magallánico José Grimaldi: El indio Desconocido llegó desde las brumas de la duda histórica y geográfica. y yace aquí cobijado en el patrio amor de la chilenidad.
La Cruz Roja colocó una alcancía para recoger los dineros que los creyentes depositaban, erogaciones que le servían para fines benéficos. La devoción popular se canalizó hacia esta Animita, que es visitada por personas que vienen desde lejos como de cerca, del país como del extranjero, y compensan favores con ofrendas como rosarios, y collares que colocan en su cuello.
En el año 1983 la Alcaldía de Punta Arenas intentó modificar la ubicación del conjunto. La idea era trasladarlo más al interior, por constituir un peligro la cantidad de velas encendidas. Esto bastó para que se produjera una gran polémica logrando así evitar el traslado. Doña Magdalena Vrsalvic sugirió en esta ocasión sacar al "indiecito" del cementerio y colocar su tumba en una plaza pública para que así la gente tuviera acceso a toda hora.
Pero en el mes de marzo de 1984 la autoridad edilicia determinó su traslado al sector oriente, a un conjunto arquitectónico en que el indio es la figura central y las placas quedaron mejor distribuidas. Miles de personas rinden tributo al "Indiecito Desconocido", aunque es el Día de Todos los Santos se acrecientan las visitas.
El cerro de la Mano Negra
Un cerro de Coyhaique tiene antes de llegar a la cumbre, estampada una mano negra, la que apareció después de que un hombre se tendió a dormir, sobre su manta a media falda del cerro. El hombre sintió que se hundía, que la tierra se lo tragaba y en su desesperación comenzó a levantar los brazos queriendo asirse a algo para levantarse y profiriendo espantosos gritos. En su angustia estiraba la mano temblorosa, quería aferrarse, pero se sumió. Y esa es la mano de él, que refleja una mano hecha de terror.
El Trauco
Se cuenta que el Trauco es un hombrecito que mide alrededor de 80 centímetros, tiene un rostro varonil y feo, sin embargo posee una mirada muy dulce y sensual. No tiene pies, sus piernas terminan en simples muñones.
Dicen que viste traje y sombrero de Quilineja, planta trepadora también conocida como coralito, usada para hacer canastos o escobas. En su mano derecha lleva un hacha de piedra, que remplaza por un bastón, llamado Pahueldún, cuando se encuentra frente a una muchacha soltera que ha ingresado al bosque. Los que han visto al Trauco dicen que se cuelga de la rama de un Tique, árbol de gran altura, también conocido como Olivillo. Desde aquí espera a sus víctimas.
Suele habitar cerca de las casas de los chilotes para así poder vigilar a las doncellas que le interesan. Se mete a las casas, cocinas y a todos los lugares imaginables sólo para ubicar a una nueva "conquista".
Los habitantes de Chiloé, conociendo las mañas de este pequeño individuo, tratan de no descuidar a sus hijas. Para esto toman precauciones tales como evitar que vayan solas a buscar leña o a arriar los animales. Son en esas oportunidades donde el Trauco aprovecha de utilizar su magia.
A pesar de su afán por perseguir doncellas, el Trauco jamás actúa frente a testigos, es decir, nunca atacará a una muchacha si esta va acompañada de alguien. Cuando divisa a una niña desciende rápidamente del árbol. Luego da tres hachazos al Tique, con los que parece derribarlos todos.
Dicen que viste traje y sombrero de Quilineja, planta trepadora también conocida como coralito, usada para hacer canastos o escobas. En su mano derecha lleva un hacha de piedra, que remplaza por un bastón, llamado Pahueldún, cuando se encuentra frente a una muchacha soltera que ha ingresado al bosque. Los que han visto al Trauco dicen que se cuelga de la rama de un Tique, árbol de gran altura, también conocido como Olivillo. Desde aquí espera a sus víctimas.
Suele habitar cerca de las casas de los chilotes para así poder vigilar a las doncellas que le interesan. Se mete a las casas, cocinas y a todos los lugares imaginables sólo para ubicar a una nueva "conquista".
Los habitantes de Chiloé, conociendo las mañas de este pequeño individuo, tratan de no descuidar a sus hijas. Para esto toman precauciones tales como evitar que vayan solas a buscar leña o a arriar los animales. Son en esas oportunidades donde el Trauco aprovecha de utilizar su magia.
A pesar de su afán por perseguir doncellas, el Trauco jamás actúa frente a testigos, es decir, nunca atacará a una muchacha si esta va acompañada de alguien. Cuando divisa a una niña desciende rápidamente del árbol. Luego da tres hachazos al Tique, con los que parece derribarlos todos.
La muchacha luego de recuperarse del susto, se encuentra con el Trauco a su lado, quien sopla suavemente su bastón. La niña sin poder resistir el encanto del trauco cae en un profundo sueño de amor. La muchacha, al despertar del embrujo, regresa a su casa sin saber claramente lo sucedido. Nueve meses después, tras haber experimentado cambios en su cuerpo por la poseción del Trauco, nace el hijo de este misterioso ser.
La Pincoya
a) La Pincoya es una sirena o ninfa que a veces anda acompañada por su marido, el Pincoy, ambos son rubios. En algunas ocasiones abandona el mar y excursiona por ríos y lagos. Su misión es fecundar los peces y mariscos bajo las aguas y de ella depende la abundancia o escasez de estos productos. Atrae o aleja de la costa a los peces y mariscos. Cuando un pescador ve de mañana surgir de las profundidades de las aguas a la Pincoya y ésta danza en la playa mirando hacia el mar extendiendo sus hermosos brazos, hay alegría en todos, porque este baile es anuncio de pesca abundante. Si danza mirando hacia la costa, alejará a los peces. Si la Pincoya no favorece con pesca a un lugar, quiere decir que ha arrastrado la abundancia a otros más necesitados. Para ser favorecido por la Pincoya, es necesario estar contento, por eso los pescadores se acompañan de amigos y amigas alegres y reidores. Si se pesca o marisca con mucha frecuencia en el mismo lugar, la Pincoya se enoja y abandona aquel frente, que luego queda estéril.
b) En la hermosa laguna Huelde, ubicada a escasos cuatro kilómetros de Cucao, nació la Pincoya, mujer muy bella y de tez blanca ligeramente bronceada, cabellos de oro y que, de la cintura hacia abajo, tiene la forma de un pez. Antiguamente habitaba una enorme caverna en forma de salón rocoso y tenía por costumbre bañarse en la laguna y el río Puchanquin. Desde los roqueríos, mediante un suave y prolongado silbido, hacía emerger desde el fondo de las aguas un tronco de oro macizo sobre el cual trepaba y, sentada allí, peinaba sus cabellos. A veces, durante la noche, entonaba embrujadas canciones amorosas, a las cuales nadie podía resistirse.
Muchas personas buscaron a la Pincoya para obtener sus favores, y ella desapareció del lugar para no volver. Se cree que ella fue robada desde la laguna Huelde para llevar prosperidad y abundancia a playas lejanas. Desde entonces, las aguas tomaron el color oscuro que hoy tienen y pese a que muchos han intentado imitar el silbido de la sirena, el tronco de oro aún está sumergido esperando a su hermosa dueña.
El Caleuche
a) Es un buque que navega y vaga por los mares de Chiloé y los canales del sur. Está tripulado por brujos poderosos, y en las noches oscuras va profusamente iluminado. Tiene alumbrado y velamen color rojo, por andar tripulado por brujos. Por lo general, en sus navegaciones no cesa a bordo la música. Se oculta en medio de una densa neblina que él mismo produce. Jamás navega a la luz del día. Si casualmente alguna persona que no sea bruja se acerca, éste se transforma en un simple madero flotante; y si el individuo intenta apoderarse del madero, éste retrocede. Otras veces se convierte en una roca o en otro objeto cualquiera y se hace invisible. Sus tripulantes se convierten en lobos marinos o en aves acuáticas. Se asegura que los tripulantes tienen una sola pierna para andar y que la otra está doblada por la espalda, por lo tanto andan a saltos y a brincos. Todos son idiotas y desmemoriados para asegurar el secreto de lo que ocurre a bordo.
Al Caleuche no hay que mirarlo, porque los tripulantes castigan al que lo mira volviéndoles la boca torcida, la cabeza hacia la espalda o matándoles de repente, por arte de brujería. El que quiera mirar al buque y no sufrir el castigo de la torcedura, debe procurar que los tripulantes no se den cuenta de su audacia. Este buque navega cerca de la costa y cuando se apodera de una persona, la lleva a visitar ciudades del fondo del mar y le descubre inmensos tesoros, invitándola a participar en ellos con la sola condición de no divulgar lo que ha visto. Si no lo hiciera así, los tripulantes del Caleuche lo matarían en la primera ocasión que volvieran a encontrarse con él.
Todos los que mueren ahogados son recogidos por el Caleuche, que tiene la facultad de hacer la navegación submarina y aparecer en el momento preciso donde se le necesita para recoger a los náufragos y guardarlos en su seno, que les sirve de eterna mansión. Cuando el Caleuche necesita reparar su casco o sus máquinas, escoge de preferencia los barrancos y acantilados, y allí, en las altas horas de la noche, procede al trabajo.
b) Es el buque de los brujos, que anda por debajo de las aguas en el mar. Este buque arriba de preferencia a tres puertos que son: Llicaldac, Tren-Tren, en la costa del departamento de Castro, y Quicaví, donde está la Cueva y la Corte del Rey de los brujos. El Rey de la Cueva abandona su caverna y monta en un Caballo Marino, que avanza con más velocidad que el Caleuche, para cruzar las olas y subir a su barco de los espíritus.
c) El Caleuche tenía por esposa una loba, que fue muerta por unos pescadores en la Isla de Tenglo, frente a Puerto Montt. Muy enojado el Caleuche por esto, juró vengarse, mandando a Puerto Montt grandes males, y robándose la niña más bonita del puerto. Se sabe que los males fueron erupciones del volcán Calbuco y unos incendios que consumieron propiedades.
d) Hace algunos años salió de la villa de Chonchi una esbelta chalupa tripulada por varios vecinos y dirigida por un joven muy conocido, hijo de un respetable habitante del lugar. La chalupa no volvió más. Cuando al padre se le comunicaron los temores que había en el pueblo de que la embarcación hubiera naufragado, se limitó a sonreír de una manera extraña y significativa. Aquella sonrisa fue para los inteligentes una revelación: el hijo, a no dudarlo, se hallaba en salvo y seguro a bordo del Caleuche.
Desde ese día el padre comenzó a enriquecer rápidamente, y varias noches se oyó arriar cadenas al pie de la casa del afortunado comerciante: era el Caleuche que desembarcaba furtivamente en la playa cuantiosas mercaderías. Cuando un comerciante hace una rápida fortuna, es porque mantiene ocultas relaciones con el Caleuche.
¿Quésignifica Caleuche?
Puede venir de Calen, Calenches o Caleuches: otra gente. Habitantes del Golfo de Penas. Gente que los misioneros trajeron a Chiloé. Estos referían la llegada de buques misteriosos y naufragios.
El investigador Rodolfo Lenz cree que se deriva de una palabra mapuche: Caleutun, mudarse de condición, transformarse; y Che, gente. Caleuche, por lo tanto es gente transformada.
Manuel Antonio Román explica así su etimología del mapuche: Calul, cuerpo humano; y che, sufijo que indica persona o gente. Conviene recordar que Calanche es el barco que mandaba el holandés Vicente van Eucht.
La cascada El Velo de la Novia
En Peulla, por entre el verdor de una naturaleza lujuriante y desde gran altura, se despeña una hermosa cascada que impresiona como si fuese un velo, lo que ha determinado que se le llame Cascada El Velo de la Novia. Los enamorados que llegan hasta aquí, deben beber tres sorbos de agua, con fe y esperanza, si quieren cambiar el idilio por el matrimonio.
Pichi Juan
Pichi Juan es un famoso talador indio de mediana estatura, de tez morena y labios gruesos, de pelo negro y de ojos brillantes; brillaban ansiosos de paisajes. Extraordinariamente listo, tal cual el puma. Conoce todos los vericuetos del bosque y siempre está pronto para sacar de apuros. Muchas veces arrebata vidas a la turbulencia de los ríos.
Pichi Juan, figura de las tierras australes, orienta a los colonos y les descubre los misterios de la selva; es el indio-guía, amigo de quienes llegan por los días del año 1850 a destacar ciudades. Vicente Pérez Rosales, Jefe de la Colonización, se da cuenta que este indio vale, que sirve para sus planes de encontrar terrenos y suelos fértiles, y lo invita a integrar una caravana de exploración.
Se internan en el bosque, en el que no se puede leer una carta bajo su sombra, pero guiados por Pichi Juan no hay peligro de extraviarse ni menos morirse de hambre, porque Pichi Juan sabe extraer la miel de los árboles y servírsela con avellanas, cazar, pescar en los pequeños riachuelos, husmear de lejos al huillín o al puma. Enseña a valerse de la selva para subsistir.
Llegan a un lago, no hay embarcaciones para recorrerlo y Pichi Juan hace una canoa de un tronco carcomido. Arriban a pequeñas islas y en una de ellas los coge una tormenta haciendo imposible el regreso o retardándolo. Sin amparo bajo la lluvia, Pichi Juan hace mantas de hojas de nalca o pangui y pasan la noche.
Descubren el bosque milenario en gran escala, pero éste impide el camino hacia el progreso. De vuelta a Valdivia Pérez Rosales ofrece a Pichi Juan treinta pagas, treinta pesos, para que incendie los bosques que median entre Chan Chan y la cordillera.
Las llamas devoran leguas y durante un mes el sol se oscurece al horizonte. Más de una vez Pichi Juan, sitiado por las llamas, encuentra su asilo en un carcomido coigüe. La muerte del bosque ofrece a los primeros colonos campos planos, virginales y arables.
Y Pichi Juan, hijo de la naturaleza bravía, se incorpora a la extraordinaria perseverancia de los colonizadores germanos. Pichi Juan fue dejado al margen por las ciudades, no se oye hablar más de él ni se sabe la fecha de su muerte. Valdivia, Osorno y Llanquihue lo cuentan en su historia. Y en los márgenes del lago Llanquihue, en el lugar denominado Los Riscos, un cerro lleva su nombre.
La laguna de "Las Tres Pascualas"
a) Al final del siglo XVIII, tres muchachas llamadas Pascuala iban a lavar ropa a una laguna, como en aquellos tiempos lo hacían casi todas las mujeres pobres de la ciudad. Era realmente un espectáculo pintoresco y lleno de vida el que ofrecían esas hileras de mujeres que en la mañana y en la tarde iban a lavar a la laguna. Cuando llegaba la tarde, o mejor dicho a la oración, emprendían el camino de regreso a sus hogares. La mayoría eran lavanderas de profesión, como las tres Pascualas. Caminaban con sus grandes atados de ropa que llevaban generalmente sobre la cabeza. A menudo marchaban cantando o conversando en alta voz. Era agradable el cuadro multicolor que ofrecía la laguna con la ropa de distintos colores que flotaba al viento o estaba tendida sobre las ramas y que se distinguía desde lejos. Una tarde, cuando otras compañeras llegaron hasta la laguna, encontraron flotando los cadáveres de las tres Pascualas. ¿Cuál fue la causa de esta desgracia? Se asomaron tanto al agua que cayeron y no pudieron salir, perecieron de este modo.
b) Las tres Pascualas amaban a un mismo hombre, y después de larga meditación en la noche anterior resolvieron poner término a sus días, arrojándose a la laguna que era su propio sustento.
c) Llegaban hasta la laguna todos los días a lavar; mientras realizaban su trabajo, entonaban hermosas canciones. Un día llegó hasta la casa de las tres muchachas un forastero en demanda de hospedaje, el que fue acogido gustoso por el padre de las jóvenes. Todos los días al morir la tarde, regresaba hasta la casa el solitario forastero y miraba a las Pascualas que volvían cantando, al aire sus trenzas rubias y su atado de ropa sobre la cabeza. El joven se enamoró de las tres hermosas muchachas y cada una, en secreto, le correspondió su amor. No sabiendo a cuál de ellas elegir como su esposa, en la noche de San Juan les dio cita a las tres en la orilla de la laguna. A las doce de la noche el forastero remaba, pero desesperado al ver reflejarse en las plateadas aguas a las tres Pascualas, comenzó a llamar: ¡Pascuala...! ¡Pascuala...! ¡Pascuala...! Las tres al sentir su nombre se creyeron elegidas y comenzaron a entrar en las traicioneras aguas. Desde entonces, en las hermosas y encantadas noches de San Juan, a las doce, se ve un bote y entre el croar de las ranas surge una voz que llama desesperadamente a las mozas.
d) En un hermoso palacio vivía una bella dama, madre de tres lindísimas hijas que correspondían a los nombres de Sol, Esperanza y Alegría, pero a causa del nombre de la madre, se las llamaba, las tres Pascualas. Murió la madre y las niñas se entregaron a una vida disipada. Las faltas que se cometían en este palacio fueron tan grandes, que un día de gran fiesta se hundió el palacio con las tres niñas y todos sus acompañantes, que eran más de cincuenta personas, llenándose de agua el espacio que antes ocupaba este lugar de disipación. La extensión de agua que se formó por esta causa, es la que se conoce con el nombre de Laguna de las Tres Pascualas.
La piedra de los enamorados
Constitución, entre sus piedras, tiene la Piedra de los Enamorados, roca que atrae a las jóvenes parejas.
La roca muestra en su interior dos perfiles, el del hombre y el de la mujer, consecuencia de un maleficio. Los enamorados fueron convertidos en piedra.
Esta roca tiene propiedades casamenteras. Basta que las parejas pasen bajo su imponente arco, para que se casen antes del año.
Estas parejas tienen numerosa y robusta familia y la felicidad los protege eternamente.
Versión de Oreste Plath. Geografía del mito y la leyenda chilenos.
Llacolén
En la Laguna Chica de San Pedro, agua y tierra india, vivía el toqui Galvarino con su hija Llacolén, joven princesa mapuche de belleza indiana. Era de largos cabellos castaños que se los batía el viento cuando corría en medio de la selva o el agua se los distendía al nadar en la laguna.
Era hija predilecta del gran toqui y la estirpe estaba latente en su gracia. Era arrogante su andar y su espíritu pronto a estallar.
El gran toqui un día pensó que la hija debía casarse y entró en conversaciones con el cacique Lonco, que tenía soltero a su hijo Millantú, mozo como de bronce y ancho pecho, que se había distinguido por su valor en varias batallas.
Ascendencia y linaje comprometieron a Llacolén y Millantú.
El orgullo y valentía de Llacolén se sintieron heridos por la elección de su padre, ella mandaba su odio y su amor. Le habría gustado ser elegida y no convenida.
Pero ella acató la voluntad de su padre.
Pero ella acató la voluntad de su padre.
Mientras, el invasor era resistido en lo espeso de las selvas, y el choque se hacía violento entre espadas y mazas. La tierra se teñía de sangre de español e indio.
La conquista se hacía recia y el mapuche indomable.
Llacolén veía partir a la guerra a los mocetones por lo espeso de la selva.
Y en medio del bosque, como siempre, iba a nadar largas horas en la laguna. Allí esperaba y soñaba.
Un día fue vista por un apuesto y gallardo capitán español que a las órdenes de don García Hurtado de Mendoza se encontraba en las nuevas tierras.
Vinieron las entrevistas y nació el romance. El amor los empezó a abrasar. Fue un amor que en ambos creció.
En Llacolén había surgido el amor anhelado, distinto de aquel impuesto por la voluntad de su padre y la tradición.
Un día en alas del viento llega la noticia de que Galvarino, en singular combate ha caído prisionero y que el Gobernador García Hurtado de Mendoza había ordenado cortarle las manos para atemorizar a los indómitos hijos de Arauco.
Dicen que Galvarino soportó serenamente el atroz suplicio y aún más, alargó la cabeza al verdugo para que también le fuese cortada.
Una vez terminado el castigo y puesto en libertad, amenazó a sus victimarios y corrió a juntarse con sus compañeros para excitarlos a la venganza. Estos lejos de escarmentar, al poco tiempo les presentaban batalla a los españoles, bajo el mando de Caupolicán y entre los combatientes se encuentra Galvarino, quien durante la lucha se batió valientemente a pesar de faltarle ambas manos, siendo después ahorcado junto con otros aguerridos en los árboles más altos de un bosque vecino al campo de batalla.
La hermosa Llacolén no supo entonces si amar u odiar a todos los invasores. La desazón y la duda la invadían. Con su alma atormentada y en la mayor desesperanza, fue a buscar la tranquilidad que le faltaba, en medio de la selva, junto a la laguna.
La noche descendía con su oscuridad lentamente, como envolviéndola, como escondiéndola, hurtándola de su tragedia.
Y apareció la luna.
La noche y la luna fueron rotas en su silencio de paz, de armonía espiritual. Al galope de su caballo llegó el capitán español, que con palabras de amor y consuelo quería ahuyentar todo pensamiento perturbador de la mente de la joven.
Mientras, Millantú, desesperado, buscaba a su prometida. Guiado por el instinto y la selva, penetró en la espesura del bosque y dio con ella.
Los celos y la traición de Llacolén hicieron presa en Millantú, y obligó al capitán a entrar en violenta lucha. La espada y la maza se cruzaron innumerables veces hasta que heridos de muerte, rodaron sobre la hierba los dos cuerpos sin vida.
La luna se abre paso a través de la maraña espesa y platea con sus rayos las aguas de la laguna.
Trastornada Llacolén busca refugio eterno en las profundas y serenas aguas de la laguna.
Cerro Galán
En tiempos de la Colonia un indio esclavo se enamoró de la rubia y bella hija de un encomendero español. Aprovechando el desorden de un malón, la rapta y huye con ella hacia el sur. Trata de atravesar a nado el Río Maule, pero la correntada vence sus fuerzas y lo arrastra río abajo con su amada. El cadáver del indio se enreda en unas matas en la ribera Norte del río, y el de su amada, cogido de la cabellera rubia, flotaba como una bandera.
El indio enamorado se convirtió en un alto cerro, el Cerro Galán, cuya cima siempre está inclinada mirando las profundas y azuladas aguas que arremansan a sus pies. En el fondo, el cuerpo de la doncella se transformó en una viga de oro, que relumbra a las horas de sol. Los mineros han tratado de encontrar la veta de este amor legendario.
Cueva de Quilmo
Los que viajan de Chillán a San Ignacio y viceversa, se encuentran o saben de la Cueva de Quilmo, que cuentan fue hecha con los cachos por el diantre, en una ocasión en que, engañado por un patudo, no podía más con su cólera.
Descubierta la Cueva por los brujos y brujas, comenzaron a celebrar aquí sus aquelarres las noches de los martes y viernes.
Se cuenta que en estas noches hay que abstenerse de pasar frente a la Cueva, si no se desea ser perseguido por enormes zorras, que no son otra cosa que las brujas que toman esta forma.
El Copihue Rojo
El copihue rojo carece de aroma y su estructura es una campana alargada. Se da en colores: rojo, rosado, blanco, y también los hay morados, amarillos, cremas, salmón, blancos, con borde rojo y jaspeados.
Por su color rojo, que más abunda, y la manera en que se descuelga, lo llaman Largo Suspiro, pregón del dolor indígena.
Esta flor nació cuando los mocetones partían a la lucha y pasaban los días, las semanas y los meses sin volver a las reducciones.
En esta espera las jóvenes indias trepaban a los árboles gigantes para alcanzar altura y divisar a los sobrevivientes de la refriega, y descubrían humo y muerte. Entonces descendían llorando, mojando las hojas y estas lágrimas se convirtieron en flor de sangre, que florece para recordar al indio que luchaba hasta morir.
La campana de oro hundida en el Río Valdivia
a) Los indios al incautarse del oro en los malones, lo lanzaban a lo más profundo del río con otras muchas joyas de valor inútil para ellos, ya que este metal no les atraía porque le recordaba tan duros trabajos como sufrimientos.
Mucho oro se volcó en las primeras iglesias ricas y opulentas de esta ciudad. Una de las campanas de oro de ellas fue arrojada al río y se encuentra sumergida frente a la isla Teja y son muchos los que la oyen sonar.
b) Una campana de oro está en lo profundo del río Valdivia, frente a la isla Teja, que recuerda una tragedia que pudo suceder durante la destrucción de la ciudad por los indígenas en 1599 o en un incendio acaecido en 1910.
La campana de la iglesia profanada por los indios o las llamas, yace en el fondo del río y sus lúgubres sones se dejan oír en las noches tempestuosas, las tañen los dedos descarnados del fraile que aún la cuida.
c) Un hombre, atraído por los mágicos sones de la campana de oro, dio en situarse todas las tardes, a la puesta del sol, en el sitio donde se le supone ubicada. Al proceder así, lo llevaba la idea de oír mejor los sones de la campana, y si era posible, apoderarse de ella con el propósito de convertirse en hombre rico de la noche a la mañana.
d) Siempre salvé esa parte con toda felicidad. Y muchas veces, a la entrada del sol, llegaban a mis oídos, con toda claridad, los sones de esa campana que tiene que ser de oro por la infinita dulzura de su tono.
e) En las tardes de verano es posible escucharla, a eso de la hora de la oración. Cuando en el río se hace un silencio enorme y solemne, se oyen los sones de una música extraña y dulce. Es la campana de oro que llama a recogimiento a los pobladores misteriosos de la ciudad hundida.
Trentren y Caicaivilu
En el remoto pasado del pueblo mapuche, dos espíritus muy poderosos se encarnaron en gigantescas serpientes.
Una –caicaivilu– agitaba el mar con su profundo odio al género humano. La otra –trentren (o chrenren)– miraba con afecto al hombre desde la cumbre de un cerro.
Un día caicavilu se propuso la destrucción de los seres, haciendo subir las aguas del mar. Trentren, que desde la cumbre observó la retirada del mar que precede a un maremoto, dio oportuno aviso a los “hombres de la tierra”. Los llamó para trepar al monte, donde ella los pondría a salvo, junto a los animales y las aves.
Pumas y zorros, llamas y huemules; peucos y torcazas, queltehues, pidenes y chucaos olvidaron enemistades o receles, corriendo y volando juntos hacia la salvación.
La respuesta humana, en cambio, fue mucho más lenta. Estaban los ancianos que se negaban a dejar su tierra “de toda una vida”, las mujeres que querían cargar con todo, desde el telar hasta la piedra de moler. Y no faltaban los incrédulos, los indecisos que “ya lo pensarían” y los que “no pasa na”.
Entretanto, las aguas subían incontenibles, arrasando chozas, ahogando a los confiados y a los lentos, que iban quedando convertidos en peces, mariscos o peñascos.
Sólo un pequeño grupo avanzaba hacia la cumbre, mientras el mar lamía sus talones. El poder destructivo de caicaivilu parecía triunfante, pero trenten no abandonaba a la raza amiga, elevando la altura del cerro a medida que subían las aguas.
Gracias a ese truco lograron salvarse una p dos parejas, a las que aún se les impuso una pena más: debieron ofrecer en sacrificio a uno de sus pequeños hijos, que arrojado al mar logró calmar la furia de caicaivilu, con lo que las aguas retrocedieron lentamente hacia sus playas.
Todos los pueblos de la tierra guardan la memoria de un diluvio, y el lector de hoy ya habrá comprendido que ésta es la visión del diluvio mapuche.
Por lo tanto, el valeros pueblo cantado por Ercilla en La Araucana descendía de esos milenarios sobrevivientes.
Y es notable que a la ola invasora respondieran con los mismos legendarios recursos: su resistencia física, la protección de su naturaleza y el sacrificio de sus hijos.
El Invunche
Es un niño que fue raptado y convertido en monstruo para ser usado como el guardián de la Cueva de los Brujos.
Los únicos que pueden ver al Invunche son los brujos; los demás (los limpios) se transforman o enlesan.
Se dice que cuando los brujos necesitan de un cuidador para su cueva, raptan al primogénito de alguna familia. También se cree que muchas veces es el mismo padre quien vende al niño o lo regala, a cambio de favores de parte de los brujos.
Se dice que cuando los brujos necesitan de un cuidador para su cueva, raptan al primogénito de alguna familia. También se cree que muchas veces es el mismo padre quien vende al niño o lo regala, a cambio de favores de parte de los brujos.
Este niño es el Invunche (también conocido como Ivunche, Imbunche, Vuta Macho, Machucho o Chivato de la Cueva), a quien los hechiceros deforman quebrándole una pierna, la que luego le tuercen sobre su espalda. También le doblan la cabeza hacia atrás y sus orejas, boca, nariz y dedos son torcidos igualmente. Además, le aplican sobre su espalda un ungüento que le hace crecer un pelo grueso.
Para caminar se apoya en su pierna buena y en sus dos brazos y manos, por lo que se dice que anda en tres patas. El Invunche no puede hablar y solo emite sonidos guturales y desagradables parecidos al balar de un chivo. Además, los brujos le parten la lengua en dos, para que no pueda revelar los secretos de su secta; existen historias sobre invunches que lloran bajo la Luna, como si recordaran a su familia.
Durante el período de lactancia es alimentado con leche de gata negra (mujer india). Después con carne de cabrito (niños de corta edad) y, a partir de la juventud, de carne de chivo (carne de adulto). Los alimentos deben serle servidos solo por los brujos.
Su función es proteger la entrada de la Cueva de los Brujos, participar en algunos rituales y arbitrar como un patriarca en algunos juicios.
Si bien debe permanecer en su puesto, en ocasiones el Invunche sale, cuando escasea el alimento o cuando los brujos lo utilizan como un asesino a larga distancia para aquellos que se atreven a interponerse en el camino de los hechiceros.
*Sátiro: divinidad agraria griega, con cuerpo de hombre y cuernos, patas y cola de chivato; muy enamoradizo. Fauno: divinidad romana de la fertilidad, también campestre.
El Camahueto
Este animal legendario es el símbolo de la fuerza, pues es capaz de arrancar medio cerro y arrastrarlo hasta el mar.
Cuando van de viaje a regiones lejanas, los brujos lo hacen montados sobre el lomo del Camahueto.
Dentro de la mitología de Chiloé, el Camahueto tiene un lugar destacado, pues se trata de un animal hermoso, con aspecto de ternero, que está cubierto por un pelaje muy brillante y corto, y que posee un gran cuerno dorado en su frente. Tiene una enorme fuerza.
Cuando aparece una vertiente de agua cristalina que va creciendo lentamente, se dice que el Camahueto, también conocido como Chivato Marino, ha nacido. Deben pasar 25 años para que esta criatura salga y corra hacia el mar, destruyendo todo lo que encuentra a su paso y abriendo un profundo surco, además de acarrear troncos y trozos grandes de tierra. Por lo general, el surco pronto se convierte en un río o arroyo.
Como es un animal muy ágil y fuerte, quien se da cuenta de su existencia llama a una machi o a un brujo para que lo detengan. El método es lacearlo con una cuerda de sargazo, la única que es capaz de retenerlo, lo cual el brujo hace a solas cuando hay Luna llena. Después le saca el cacho y lo lleva al mar sin que provoque daño, donde alcanzará su estado adulto. El machi o brujo que captura al Camahueto recibe una recompensa en dinero o especies y se queda con el cuerno del animal.
El cuerno del Camahueto es muy apreciado por los brujos, pues raspándolo y lanzando lo raspado a un pozo con agua, nacerá un nuevo Camahueto. Además, sirve para fabricar poderosas pócimas y realizar curaciones milagrosas.
También se puede frotar en el cuerpo o ingerir lo raspado. El animal o persona a la cual se le dan estas partes adquiere gran energía, valentía y fuerza, pero también corren el riesgo de volverse rabiosos o, incluso, locos. Cuando llegan a esos extremos se dice que están encamahuetados.
Cueva de Quicaví
En Chiloé está la Casa Grande o Cueva de Quicaví. Aquí habita el Supremo de los Brujos, rodeado de cuanto aparejo de brujería se necesita y en especial de un aparato que revela el pasado, el presente y el futuro, y cuanto desee conocer el que consulta al Supremo Gobernador de los Brujos; del macuñg, chaleco luminoso que llevan los brujos por las noches y les sirve para volar; el macuñg es hecho de piel humana. Los brujos, cuando desean quedar a oscuras, se bajan el poncho y si quieren luz, se suben el poncho.
Junto a los menjurjes, al instrumental que necesita el arte, está el Imbunche, ser humano que se sostiene en un pie y el otro lo lleva pegado a la espalda; por esta causa, anda a saltitos. Tiene los brazos torcidos y la cara vuelta hacia atrás. Las orejas, la boca, las narices y los dedos también son torcidos. No habla, bala como un chivato, pero en una forma extraordinaria. Recibe también el nombre de Chivato de la cueva.
Para lograr esta figura humana, los brujos emplean un niño de corta edad, y a medida que va creciendo se le acomodan los órganos hasta que quedan dispuestos para su finalidad. Lo alimentan con carne y sangre de niño recién nacido. Es muy difícil verlo, porque está destinado a la vigilancia de la cueva. Unicamente sale cuando ésta se cambia o ha sido destruida. Generalmente, es llevado en hombros, cuando hay traslado. En la cueva es una especie de secuestrado y quizás a esto se deba que ha perdido la facultad de hablar.
Cuando los brujos lo sacan de la cueva para hacer daño, durante el trayecto va gritando y sus gritos anuncian desgracia a los vecinos.
El Imbunche, o Invunche, es, también Vuta o Vutamacho y algunos lo llaman Machucho, pero lo describen como un animal que bala como cabro y que anda con las dos manos y un pie, únicamente por la noche. Aseguran que es más o menos del tamaño de un chivato.
La Voladora es una bruja-correo, que para emprender vuelo, deja sus tripas en una artesa de alerce.
Ella simula una Bauda, o sea el Guairabo, y su grito es idéntico al de estas aves.
La Voladora sólo puede volar de noche.
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